Bobby Fischer. El mejor jugador de ajedrez de la historia

Bobby Fischer. El mejor jugador de ajedrez de la historia

Su nombre completo era Robert James Fischer y no hay duda que ha sido el mejor jugador de la historia del ajedrez por una serie de hecho insólitos que protagonizó en su carrera. El récord sin precedentes que estableció para llegar a ganar el campeonato del mundo fue:

  • Se retiró del Interzonal de 1967 siendo líder en solitario por estar en desacuerdo con las condicione de juego
  • Gana con 3 puntos de diferencias el Interzonal de Palma de Mallorca contra los 23 jugadores más fuertes que optaban al campeonato mundial. Ganó 10 de las últimas 11 partidas. Gana las últimas 7 partidas
  • Gana 6-0 a Taimanov en cuartos de final del torneo de candidatos, 13 partidas consecutivas ganadas a GM
  • Gana 6-0 a Larsen en semifinales del torneo de candidatos, 19 partidas consecutivas ganadas a GM
  • Gana 6,5 – 2,5 la final del candidatos a Petrosian, el jugador más sólido del mundo en ese momento. Como ganó la primera partida eleva al récord a 20 partidas consecutivas ganadas a GM de primer nivel.
  • Gana 12,5 a 8,5 el mundial de ajedrez a Boris Spassky en 1972. Una de las mayores diferencias en la historia de una final.
  • Todos estos récords los consiguió prácticamente sin equipo de analistas y entrenadores como los que tenían los rusos.
  • Se retira del ajedrez 20 años sin jugar nada.
  • Reaparece jugando un nuevo match contra Spassky en 1992, lo vuelve a ganar y se vuelve a retirar
  • Desaparece de nuevo, algunos decían que tenía graves problemas mentales
  • Reaparece en 9 años después 2001 con una cuenta «guest 1.31»  en el club de ajedrez online ICC que llega a los 3.000 de ELO
  • Nigel Short, uno de los mejores del mundo en rápidas, reconoce que jugó con él en ICC y lo ganó 50-0 en la modalidad de rápidas a 3 minutos jugando aperturas absurdas. Short intuyó que era Fischer, le hizo preguntas personales sobre su vida que muy pocas personas sabían y las contestó de forma correcta

Nunca nadie a conseguido algo similar en la historia del ajedrez.

Frases de Bobby Fischer

Como todo genio el gran Robert James Fischer nos dejó algunas frases muy interesantes tanto para los apasionados por el ajedrez como para los que buscan inspiración o guía en su campo de trabajo. Hay hay algunas de ellas.

Juego honestamente y juego para ganar. Si pierdo, aprendo la lección.

Se debe tener confianza en uno mismo y esa confianza debe estar basada en la realidad.

Sólo se puede jugar bien al ajedrez si se ama el juego.

El Ajedrez es la Vida.

No creo en la psicología, sino en las buenas jugadas

Primeros años de Fischer

Su nombre completo era Rober James Fischer, hijo de una enfermera judía de origen ruso Regina Wender y un físico de origen alemán Hans-Gerhardt Fischer que vivían en Estados Unidos donde nació el jugador. Se sospecha que el padre biológico era un físico húngaro. Su infancia transcurrió en el barrio Brooklyn, Nueva York, junto a su madre y su hermana, vivían todos en un pequeño apartamento.

Desde pequeño se puso en evidencia su increíble memoria y la capacidad para aprender idiomas, llegando a aprender cinco. Cuando aprendió a jugar gracias a un regalo de su madre, se obsesionó tanto por el ajedrez que su madre lo llevó a un psicólogo pero Bobby Fischer se inscribió en el prestigioso Manhattan Chess Club y avanzó en su aprendizaje. Este club era el segundo más antiguo de Estados Unidos y se clausuró en 2002. A los 12 años ya se enfrentaba y ganaba a los mejores jugadores de EE.UU.

Polémico final

El final de la vida de Fischer estuvo marcado por polémicas declaraciones contra su país de origen, Estados Unidos contra el que lanzó numerosas acusaciones. Especialmente polémica fue su reacción a los atentados del 11 de septiembre.

Falleció a los 64 años de edad, justo las casillas que tiene el tablero de ajedrez. Así dio la noticia de su fallecimiento el New York Times el 19 de enero de 2008, el campeón había fallecido en Reikiavik, Islandia el 17 de enero.

 

Aprender ajedrez

Fischer aprendió a jugar a ajedrez por si solo a los 6 años de edad. Su hermana había comprado un estuche en el que habían varios juegos de mesa, entre ellos el ajedrez. Muchos de los grandes jugadores de la historia han sido autodidactas, también fue el caso de Capablanca.

Por eso una recomendación para los padres es que ayuden a que sus hijos conozcan el juego de una manera divertida, por ejemplo con un coleccionable como Ajedrez para niños, que permite jugar y aprender a la vez.

Me inspiré en Fischer para crear una sección que tiene un título similar a su famoso libro: Mis mejores partidas de ajedrez.

Biografía de Bobby Fischer

Para aquellas personas interesadas en la biografía de Bobby Fischer, uno de los mayores genios de la historia del ajedrez, os comparto alguno de sus aspectos más destacados.

Bobby Fischer es uno de los ajedrecistas más destacados y controvertidos de todos los tiempos. Nacido el 9 de marzo de 1943 en Chicago, Illinois, Fischer se trasladó a Brooklyn, Nueva York, con su madre y hermana, donde descubrió el ajedrez a la edad de seis años. Su pasión por el juego se intensificó rápidamente, y a los catorce años ganó el Campeonato de Ajedrez de Estados Unidos, convirtiéndose en el campeón más joven de la historia.

Fischer continuó dominando el ajedrez estadounidense, ganando el campeonato nacional ocho veces más. Su estilo de juego, caracterizado por su agresividad, innovación y una profunda comprensión de la estrategia, revolucionó la forma en que se jugaba al ajedrez. Su dedicación al juego era tal que se sumergía completamente en el estudio del ajedrez, a menudo pasando horas analizando partidas y preparando estrategias.

Su talento no se limitaba a los Estados Unidos; Fischer también se hizo un nombre en el escenario mundial. En 1972, en plena Guerra Fría, desafió al campeón mundial de ajedrez de la URSS, Boris Spassky, en Reykjavik, Islandia, en un enfrentamiento que fue visto no solo como un duelo de ajedrez, sino también como un acto simbólico de confrontación entre el Este y el Oeste. Fischer ganó el campeonato mundial, rompiendo 24 años de dominio soviético en el ajedrez y convirtiéndose en el primer ajedrecista estadounidense nacido en el país en ganar el título.

Sin embargo, la carrera de Fischer estuvo marcada no solo por sus triunfos, sino también por su comportamiento excéntrico y sus demandas a menudo poco razonables. Se caracterizaba por sus repentinas retiradas de la competición, sus quejas sobre las condiciones de juego y sus conflictos con las autoridades del ajedrez. Su defensa del título en 1975 nunca se materializó debido a sus intransigentes demandas, lo que llevó a la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) a despojarlo de su título.

Después de perder su título, Fischer se alejó del mundo del ajedrez y vivió una vida reclusa, marcada por raras y a menudo polémicas apariciones públicas. Se convirtió en una figura controvertida, conocida tanto por sus teorías conspirativas y sus declaraciones antisemitas (a pesar de su propia ascendencia judía) como por su genio ajedrecístico. Su legado en el ajedrez es indiscutible, pero su vida fuera del tablero fue compleja y problemática.

Fischer reapareció en la escena pública en 1992 para jugar un partido de revancha contra Spassky en Yugoslavia, desafiando las sanciones de las Naciones Unidas. Su victoria no recuperó su estatus anterior, pero le valió la enemistad del gobierno de los Estados Unidos. Pasó sus últimos años entre Japón, Islandia y otros países, huyendo de las autoridades estadounidenses que buscaban su extradición.

Bobby Fischer murió el 17 de enero de 2008 en Reykjavik, Islandia, a la edad de 64 años, un final simbólico para una vida dedicada al ajedrez, el juego de 64 casillas. A pesar de su complicado legado, Fischer es recordado como un pionero y un prodigio, cuyo enfoque revolucionario y talento sin precedentes dejaron una marca indeleble en la historia del ajedrez. Su vida es un testimonio de cómo un profundo genio puede ser tanto una bendición como una carga, y su historia sigue fascinando tanto a los aficionados al ajedrez como a aquellos interesados en la complejidad del genio humano.

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