Francis Pisani. Twitter, el haiku de Internet.

Twitter el Haiku de Internet

El Haiku es un poema breve de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Es una forma de poesía tradicional japonesa de temática relacionada con la naturaleza.

Francis Pisani es uno de los más prestigiosos expertos en el análisis de las nuevas tecnologías y su impacto en la sociedad explicaba recientemente como Twitter puede ser comprado con el Haiku.

La semana pasada participó en los debates sobre participación democrática a través de las redes sociales en la asamblea del Observatorio Internacional de la Democracia Participativa, celebrada en Lleida.

Pisani ha comentado la importancia de la Redes Sociales en los cambios políticos experimentados en el mundo árabe y aconseja acercarse a estos fenómenos comunicativos “entendiendo sus virtudes y sus límites”. La causa del cambio ha sido la situación social que viven estos países desde hace mucho tiempo, las Redes Sociales han permitido sumar los descontentos hasta generar acciones de cambio con gran impacto informativo.

Sin embargo la Red también se puede intentar controlar como pasa en China e Irán. En Egipto, Facebook ha servido para localizar, detener y controlar a los activistas más molestos. Sin embargo, ¿podrán mantener esta situación siempre en estos países?

Lo que todavía no se ha producido es que Twitter y Facebook permitan tomar el poder, siendo una herramienta de comunicación política en Internet, aunque los fenómenos revolucionarios aún no han finalizado.

Finalmente Francis Pisani hizo una reflexión muy interesante:

«Aún hay mucho por descubrir, hay problemas de penetración, de comprensión y también hay nuevos usos que no han sido descubiertos por los creadores de Twitter sino por los usuarios, como la almohadilla. Hay que acercarse a estos fenómenos con ánimo participativo, no dejarse arrastrar por la fascinación que nos producen y saber entenderlos, con sus capacidades y limitaciones. Escribo sobre tecnologías desde 1994.Empecé afirmando que el impacto social existe. Luego decía que era un impacto positivo, pero hoy digo ¡ojo!»

Fuente: La Vanguardia

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