Internet trajo una forma de trabajar que rompió los esquemas de la industria tradicional, el modelo Open Source: un grupo de personas con interés comunes trabajan gratuitamente en un proyecto para alcanzar un producto o servicio que sea un beneficio para la sociedad.
Uno de los ejemplo más notorios de esta filosofía de trabajo fue el Sistema Operativo Linux que hoy en día es utilizado por la mayoría de servidores de Internet del mundo.
Este modelo de funcionamiento no tardó en ser adoptado por otros grupos de personas y también ha llegado al mundo de la política donde hemos visto numerosos ejemplo de movimientos formados por personas auto-organizadas que no dependen de ningún partido y que consiguen con sus acciones una gran notoriedad e influencia en la sociedad como el Movimiento 15M y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. La primera vez que se utilizó el término fue en Estados Unidos en la campaña presidencial de 2004 refiriéndose a había sido una «Campaña Poltíca Open Source«. Posteriormente el término más utilizado ha sido el de Política Open Source o Política 2.0.
Internet le ha dado a las personas la posibilidad de participar de forma activa en la definición de como debe ser su sociedad y debido a las estructuras rígidas y jerarquizadas de los partidos políticos tradicionales donde es más complicado desarrollar estas acciones optan por crear este tipo de movimientos. Es lo que se conoce como «Reprogramar la política»
Sin embargo no podemos dar toda la culpa a los partidos políticos, los medios de comunicación tienen gran parte de responsabilidad. Así vemos como cualquier persona de estos movimientos que diga o haga una barbaridad es tratada con cierta indulgencia y la imagen general del movimiento no queda afectada. Pero cuando esto pasa en un partido el tratamiento de la noticia cambia radicalmente, cualquier anécdota protagonizada por un concejal que a lo mejor lleva poco tiempo en el partido es elevada la categoría de noticia de primera plana y el partido se ve obligado a grandes esfuerzo para corregir o matizar esa información.
Esto tiene como consecuencia lógica que desde los partidos se cuide y controle mucho que es lo que se dice y publica en Internet por miedo a este tipo de fenómenos, pero comporta la consecuencia de que cuando necesitan a sus militantes para que les ayuden a difundir mensajes o participar en una campaña estos no estén preparados ni motivados para hacerlo.
¿Qué hacer entonces? Lo mejor es un modelo mixto entre los movimientos políticos Open Source y los Partidos Políticos tradicionales, plataformas de simpatizantes independientes pero en relación y sintonía con la dirección del partido ya que comparten los mismos fines. Este tipo de estructuras tienen la agilidad y motivación necesaria para desarrollar la labor de difusión de los ideales propios sin la rigidez que impone la oficialidad del partido.