Éstos siguen con sus estructuras tradicionales donde unos pocos compromisarios apoyan a unos u otros candidatos según sus perspectivas e intereses personales. El militante que paga su cuota religiosamente no interviene para nada en las decisiones del partido. ¿Seguirá esto así durante mucho tiempo? ¿o pronto empezaran a surgir iniciativas que reclamen mayor protagonismo en las votaciones para aquellas personas que contribuyen al mantenimiento de los partidos?.
No deja de ser paradójico que sea dentro de los propios partidos democráticos donde no se cumpla el lema de «Una persona, un voto» ¿Como será el militante 3.0?, ¿seguirá asistiendo pasivo a los movimientos del partido o reclamará mayor presencia?.
Antes se le pedía al militante que asistiera a los mítines, arropara al candidato de turno en algún acto o hiciera de interventor. Hoy en día se le pide también que apoye al partido en Redes Sociales, que participe en los debates que se generan en la Webs de los medios de comunicación, que vote en encuestas, etc. y cuando pasan los periodos electorales generalmente son olvidados. Esto genera frustración y descontento que genera movimientos contrarios a los deseados.
Creo que estamos a las puertas de un nuevo modelo de entender la gestión de los partidos que, obviamente se intentará retrasar todo lo posible pero me temo que va a ser inevitable.